
Culto especial de Navidad
Mensaje especial de Navidad por el pastor Danilo Torres.
Mensaje especial de Navidad por el pastor Danilo Torres.
Todo reino tiene su rey, sus leyes, su población y su territorio: Jesucristo es nuestro Rey, sus leyes y ordenanzas están contenidas en las Sagradas Escrituras; la iglesia es su pueblo, pero nuestro Reino no es de este mundo, porque nuestro territorio es: LA PATRIA CELESTIAL, LA NUEVA JERUSALEM!
La voluntad de Dios, es que el creyente permanezca firme hasta que Él venga por nosotros, y que no amemos la vanidad del mundo y sus deleites: “Porque estamos en el mundo, pero no somos del mundo”. Marcamos la diferencia por lo que pensamos, por lo que creemos, por lo que hacemos y por las cosas malas (que dejamos de hacer).
Así como una actitud negativa perturba, como el pecado de Acan… También una actitud positiva como la del adolescente David quitó el oprobio de en medio de Israel, matando a Goliat y derrotando a los filisteos. Y ¿Qué diremos de Elías, frente a los falsos profetas de Baal y Asera? ¿Qué dice de ti tu conyugue? ¿Tus hijos? ¿Tus vecinos? ¿La iglesia? Permita el Señor, que Dios diga de ti, como dijo de Natanael: “He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño”. Y como hijo de Jesucristo: “Este es mi hijo amado, en el cual tengo contentamiento”.
Poca gente entiende la grandeza del “Servicio Cristiano”, pero nuestro Señor Jesucristo, nos dio ejemplo en todo: Él no vino para ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate de muchos pecadores, como usted y como yo.
En la vida estamos rodeados de momentos difíciles, que tanto usted y yo debemos estar dispuestos a enfrentar, confiando en nuestro Padre Celestial; porque Él ha prometido pelear por nosotros, y nosotros estaremos tranquilos; como Daniel en el foso de los leones.
“Nuestra comunión con Cristo debe ser palpable en nuestra conducta”.
Jesucristo dijo: Dejad a los niños venir a mí y no se los impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Jesucristo tomaba a los niños en sus brazos y los bendecía. No son un estorbo, sino un adorno y el futuro de la iglesia y del mundo.
Dios nos da a cada uno, sea ministro u oveja, según su capacidad; para que engrandezcamos su obra. Pero a todos se nos pedirá cuentas de su mayordomía. Si eres cantante, músico, predicador, madre, padre, maestro, estudiante, obrero o empresario, DEBEMOS NEGOCIAR MULTIPLICÁNDONOS.